lunes, 11 de diciembre de 2006

capítulo uno: el fontanero atómico



me despierto de nuevo con el ruido de un taladro.

sin duda el fontanero brasileño de la puerta de al lado... nunca me he aprendido su nombre. pero él sí que es brasileño. y fontanero. un verdadero apasionado de su trabajo; cuando llega a casa después de una dura jornada de arreglos e instalaciones, arregla e instala las tuberías de su propia casa: la humedad es su única compañera en ese agujero; yo, por mi parte, ya he sufrido, por vivir en la puerta contigua, más de un agujero en la pared.

cuando me despierto antes de la hora me pongo a pensar. el problema es el vecino. cuando el vecino me despierta antes de la hora de levantarme, me quedo en la cama. esto ocurre seis días a la semana, de lunes a sábado, con una frecuencia regular y habitualmente el hecho se materializa en un estrepitoso ruido de algo que chorrea, algo que se rompe, chirría, es raspado, desatornillado o, como en este caso, taladrado.

el hecho es que mi mente se dispara... y empiezan las cuentas. contabilizo cuidadosamente cada cosa que tengo alrededor. diez libros sobre la mesa, una lámpara, ciento cincuenta y dos discos, cuatrocientas trece cintas de cámara de vídeo, ocho pelusas...

me desconcierto. la única forma de contarlo absolutamente todo es dividirlo y luego volverlo dividir hasta su forma mínima indestructible: el átomo. cada mañana empiezo a contarlo todo otra vez hasta que me canso y entonces me digo:
"da igual cuantas cosas haya en mi habitación, en mi casa, o en el mundo. todo lo contable se puede aproximar al número de átomos en el universo, es decir, 1000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000 átomos, aproximadamente."

y con una sonrisa de satisfacción, me preparo un café sin leche y con 3'5 gramos de azúcar.

5 comentarios:

Calpurnia dijo...

yo me gastaria mas en alkohol
ginecologo rumano? matematico chino!
cambiemos obstreticia en bucarest por fisica cuantica en pekín!

¡Ah! ¡Ah! ¡Me muero, idiota! dijo...

Taladrada estoy yo también y eso que no tengo un vecino fontanero cuya única compañía sea la humedad... pero tengo uno que hace manualidades en casa y clava clavos a horas que no deberían serlo...

el video es un auténtico taladra para los ojos, por lo menos para los mios que estan hartos de estar abiertos cuando lo único que necesitan es estar cerrados en "descanso" durante 12 horas seguidas...

aiii...

Voy a sacar mi taladro para tenerlo a mano esta semana por si necesito encontrar fuerzas en mi interior mientras hago la cuenta atrás para que llegue la mañana del domingo...

un confusion!!!

mariña dijo...

tanto átomo y tanta cosa... yo siempre he preferido contar cuentos...
por cierto, mis mascotas están tranquilan si piensan que les voy a comprar yo la comida...

mariña dijo...

por cierto matemati-cochino.

Susurradora es... dijo...

Cuentos cuentos...pero que traten sobre matemáticas contadas por ginecologos que vivieron hasta los 10 años en Pekín pero que ahora viven en Bucarest...

Un nuevo blog...interesantes historias, estamos ante una de las mentes más productivas del panorama emergente señoras y señores...
Nunca me han gustado excesivamente Portishead, no se si es un problema o una vanalidad, pero es así...nisiquiera Dummy...